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Los factores de transferencia son componentes vitales de tu sistema de defensa. Su nombre describe perfectamente su función: los factores de transferencia transfieren (o transmiten) información entre las células del sistema inmunitario, lo cual contribuye a generar una respuesta potente del sistema inmunitario ante los invasores externos. A continuación, te mostramos más detalladamente la forma en la que los factores de transferencia respaldan la salud de tu sistema inmunitario.
En la primera parte de Qué son los factores de transferencia, aprendiste acerca del papel que desempeña tu sistema inmunitario y las diferentes partes de tu cuerpo que conforman este sistema complejo. También aprendiste que la capacidad de tu cuerpo para defenderse por sí mismo es tanto hereditaria (inmunidad innata) y aprendida (inmunidad adaptativa). Las partes innatas y adaptativas de tu sistema inmunitario proveen dos niveles de defensa que trabajan para protegerte de muchos invasores a los que te enfrentas a diario.
En la segunda parte de esta publicación aprenderás acerca de cómo tu cuerpo desarrolla inmunidad a lo largo de tu vida y cómo los factores de transferencia ayudan a respaldar el sistema inmunitario de defensa.
Tanto la inmunidad innata como la adaptativa son esenciales para un sistema de defensa fuerte. Los componentes innatos y adaptativos de tu sistema inmunitario desempeñan un rol importante a la hora de protegerte contra los invasores dañinos. Tu sistema inmunitario innato actúa rápidamente y provee la primera línea de defensa ante los invasores. Tu sistema inmunitario adaptativo provee una segunda línea de defensa que es más enfocada y capaz de producir una protección prolongada contra los invasores.
Como se mencionó anteriormente, la inmunidad adaptativa es tu capacidad de defensa ante los invasores, adquirida o aprendida. Los componentes adaptivos de tu sistema inmunitario se desarrollan a lo largo de tu vida y proveen una protección altamente efectiva contra una amplia variedad de invasores.
Como se observa en la gráfica anterior, la inmunidad adaptativa puede clasificarse como natural o clínica y también como activa o pasiva. Estas clasificaciones describen la manera en la que puedes desarrollar la inmunidad adaptativa. A continuación, te explicaremos un poco más acerca de cada una de estas clasificaciones.
Inmunidad Natural
La inmunidad natural se adquiere mediante:
Inmunidad Clínica
La inmunidad clínica se adquiere mediante:
Inmunidad Activa
La inmunidad activa ocurre cuando tu propio sistema inmunitario es responsable de protegerte de un invasor. La exposición a un invasor desencadena una respuesta inmunitaria interna mediante la cual se generan varios componentes del sistema inmunitario para proveer una defensa contra los invasores. La inmunidad activa provee una protección a largo plazo, ya que conduce a la producción de las células de memoria inmunitaria.
Inmunidad Pasiva
La inmunidad pasiva ocurre cuando los componentes del sistema inmunitario proporcionados por otra persona te protegen de un invasor. A diferencia de la inmunidad activa, la cual tarda en desarrollarse a medida que tu sistema inmunitario trabaja para construir sus defensas contra el invasor, la inmunidad pasiva puede tener un efecto inmediato. Los anticuerpos transferidos u otros componentes del sistema inmunitario son portadores de importantes conocimientos inmunitarios. Los cuales pueden usarse para generar una respuesta rápida y eficaz tras enfrentar a un invasor.
La desventaja de la inmunidad pasiva es que no perdura, ya que los componentes del sistema inmunitario que se transfieren permanecen en tu sistema solo temporalmente y el conocimiento inmunitario que reciben tus células se pierde cuando estas mueren. Además, esta respuesta rápida ante un invasor evita que tu sistema inmunitario adaptativo se active y, por lo tanto, no se desarrollan células de memoria inmunitaria.
Ahora que ya cuentas con un conocimiento básico del funcionamiento interno de tu sistema inmunitario (en la primera parte de esta publicación) y de las diferentes maneras con las que adquieres inmunidad, adentrémonos en el rol que juegan los factores de transferencia. Los factores de transferencia son proteínas producidas por los glóbulos blancos y contienen información específica de un antígeno. Recuerda que los antígenos son proteínas únicas que se encuentran en la superficie de las células invasoras. Cada factor de transferencia lleva consigo una imagen de un antígeno específico que puede compartir con otras células del sistema inmunitario para ayudarles a identificar y responder más rápidamente ante los invasores.
Cuando tomas un producto de la línea 4Life Transfer Factor de 4Life, adquieres inmunidad pasiva y clínica. Nuestros productos contienen factores de transferencia provenientes de otros mamíferos (vacas y gallinas) que han desarrollado inmunidad contra una amplia variedad de invasores. La estructura de estos factores de transferencia es similar a la estructura de los factores de transferencia que producen nuestras propias células y se ha demostrado que su comportamiento es prácticamente el mismo una vez que ingresan al cuerpo.2
Al consumirse, el conjunto único de conocimientos que conlleva cada factor de transferencia, se transfiere a células específicas de tu sistema inmunitario. Los factores de transferencia ayudan a tus células a identificar y responder rápidamente ante los invasores. El conocimiento permanece en tus células hasta que mueren, típicamente unos cuantos meses y por esta razón, la inmunidad que se transfiere es temporal. Afortunadamente, se ha demostrado que consumir regularmente los productos de la línea 4Life Transfer Factor es completamente seguro y proporciona una manera efectiva de alcanzar inmunidad prolongada contra un amplio rango de invasores.*
La función principal de tu sistema inmunitario es defender a tu cuerpo de los invasores externos. Tu sistema inmunitario ofrece dos niveles de defensa: la inmunidad innata y la inmunidad adaptativa. Ambas formas de inmunidad son vitales para contar con un sistema de defensa fuerte. Tu sistema inmunitario innato actúa rápidamente y representa la primera línea de defensa contra los invasores. Tu sistema inmunitario adaptativo proporciona un segundo torrente de defensa más enfocada y capaz de producir una protección prolongada contra los invasores. La inmunidad innata se refiere a las defensas inmunitarias con las que naces; y por otro lado, la inmunidad adaptativa se refiere a las defensas que adquieres a lo largo de tu vida. Existen cuatro clasificaciones para la inmunidad adaptativa: natural, clínica, activa y pasiva.
Los factores de transferencia ofrecen una manera única de obtener inmunidad y fortalecer tu sistema de defensa inmunitaria a lo largo de tu vida. Estas proteínas contienen importante conocimiento inmunitario que puede transferirse desde las células de un sujeto inmune a tus células. Tus células guardan este conocimiento mientras se encuentren vivas y puede ayudarles a reconocer y responder rápida y eficazmente ante los invasores. Debido al corto tiempo de vida de la mayoría de las células, la inmunidad transferida es temporal. Por lo tanto, para asegurar un excelente respaldo para el sistema inmunitario, es beneficioso tomar regularmente productos 4Life Transfer Factor.*
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